La sala de espera se origina a partir de un ensanchamiento
de la lámina de vidrio, la cual pronuncia su curvatura
para poder albergar a aquellos pacientes que esperan
ser atendidos. Ello hace que no se trate de una sala
estanca e independiente del resto del programa, sino de
una parte del recorrido hacia la consulta que se amplía.
Nuevamente, la ausencia de aristas, ángulos rectos y
particiones hará que el usuario perciba la continuidad del
espacio y sienta control sobre el mismo.
La neutralidad del espacio se verá interrumpida por el
mobiliario y el wallpaper, los cuales aportarán al ambiente
el color corporativo DKV en verde.
ESPERAS
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