Sevilla, España
La configuración formal de la edificación serpenteante busca adaptarse a las condiciones estructurantes del conjunto de manzanas que lo rodean, manteniendo en toda su longitud la alineación a las diferentes calles, en continuidad con la manzana de la Estación de Autobuses del Prado, que se entiende así como un conjunto de ensanche común. Por otra parte se fragmenta el frente del edificio cuyo lindero es de mayor longitud ya que de construirse por completo llevaría a un volumen edificado de excesivas dimensiones en disonancia con la escala de la antigua Estación de San Bernardo. Se trata de, con la fragmentación realizada, reducir el impacto visual y la escala de la edificación. Este edificio puede considerase como una estructura sobre la que se superponen tres elementos lineales que configuran su cerramiento. La descripción de cada uno de estos elementos lineales de varias capas constituye por lo tanto la definición casi completa del cerramiento vertical del edificio: prefabricados de G.R.C, cerramientos ligeros de paneles de alta densidad fenólicos, y cerramientos de policarbonato.