El Hospital Materno-Infantil lo conforman dos volúmenes longitudinales y escalonadas en altura que se adosan al lado oeste del actual Hospital Universitario de Torrecárdenas, y de una manera casi natural, configuran una nueva fachada a la ciudad y un nuevo acceso en el lado sur que termina con la congestionada circulación concéntrica al hospital. Una calle peatonal perfora los dos edificios en el nivel -1, generando un boulevard interno que da acceso tanto al nuevo Materno-Infantil (HMI) como al Hospital Universitario (HU).
La comunicación entre el nuevo HMI y el HU se lleva a cabo en tres niveles: nivel -2 para servicios, nivel +0 para conectar las consultas externas, y nivel +1, para la conexión de zonas críticas y partos. Estas conexiones dan continuidad a las circulaciones generales entre ambos edificios. Dentro del HMI se priorizan las relaciones horizontales entre los dos volúmenes, así las áreas ginecológicas y obstétricas se emplazan en paralelo, tal y como lo hacen las áreas pediátricas y neonatales.
El emplazamiento sobre un promontorio hacer que, desde diversos puntos de la ciudad, se puedan ver como los dos volúmenes de vidrio emergen reflejando el paisaje a su alrededor. Este material se emplea para revestir la parte superior de ambos bloques, aquellas que se corresponden con la hospitalización, dando una sensación de gran amplitud desde el interior de las habitaciones. El tono azulado del vidrio de las plantas superiores contrasta con la fachada ventilada de piedra natural de los niveles inferiores, aquellos de carácter más ambulatorio. Estas dos materialidades tan aparentemente opuestas mantienen un lenguaje coherente basado en su aparente antítesis natural.

Visita del Presidente Juanma Moreno al Hospital Materno-Infantil