El hospital está compuesto por cuatro edificios con diferentes accesos, funciones y lenguajes arquitectónicos; siendo nuestro planteamiento dar unidad al conjunto. Para conseguirlo, proponemos una estructura simple y modular, basada en una organización funcional eficiente que potencie la integración de equipos médicos multidisciplinares y favorezca la accesibilidad del usuario a todos los servicios.

La fortaleza de la propuesta está tanto en la organización de las circulaciones como en la integración con los edificios existentes, cuya actividad debe mantenerse durante todo el proceso de obra.

Formalmente, el hospital se concibe con una volumetría muy limpia, fortalecida por las celosías que envuelven su fachada sur y que otorga al conjunto unas mejores prestaciones energéticas. Una gran marquesina apoyada en los tres edificios refuerza el carácter público de la plaza de llegada, como elemento de transición hacia los vestíbulos de cada edificio. Este elemento diluye la contundencia de los volúmenes, crea un espacio para el usuario amable y protegido y conjuga accesibilidad, funcionalidad y confort.