El nuevo edificio se sitúa en la intersección entre el eje oeste-este, desde la ciudad de Gheorghieni hasta la colina de Palocsay, y el eje noreste-suroeste del futuro parque lineal que conectará Sopor con Borhanci. Al sureste del lugar, el hospital infantil se camufla en una zona de amortiguamiento forestal, proporcionando su acceso principal a través de un bosque de árboles. El concepto de jardín se extiende al interior, como protección de ruido y de contaminación, y como conector visual con el paisaje circundante, mejorando el bienestar y el confort terapéutico de los jóvenes pacientes. Los patios interiores ajardinados conforman áreas recreativas para el personal médico, y la cubierta verde en voladizo sobre el basamento se convierte en un jardín suspendido con vistas a las colinas y a la ciudad.
El esquema edificatorio propuesto de basamento clínico en plantas inferiores y volúmenes curvos de hospitalización en las plantas superiores, logra la optimización de los procesos asistenciales gracias a la eficiente organización funcional, la segregación de circulaciones, y el sistema jerárquico de accesos.